No lo dije y escribirlo sería otra manera de aceptarlo. Lo niego pero hoy quiero gritarlo, escupirlo, llorarlo.
La dramaturgia no va conmigo pero me pongo como Florentino Ariza cuando es rechazado en aquella novela (y que cierta película fue horrible). Me dan nauseas y odio cuando veo que se acerca a su vida y más si él la corresponde.
Siempre tuve en claro que las personas son libres y a para él no hay ataduras. Pero no lo soporto, no quiero aceptarlo. No. Me vuelve odiosa, chusma y eso me provoca más odio.
Pero no puedo hacer nada. Porque no es mi novio.
