No recuerdo con quien estaba pero caminado lo encontré. Nos saludamos, nos abrazamos y empezamos a hablar. Tampoco sé cómo empezó la conversación pero sé que yo estaba colgada por su cuello y él tenía de mi cintura. Que quería ir a un recital -me decía- pero que nunca pudo.
-¿Por qué no? Dale, vamos conmigo – decía mientras acariciaba su cabello
- Porque me empiezan a joder con los autógrafos y eso. No me gusta
- No importa, yo te llevo disfrazado. Te ponemos una gorra y nadie te reconoce. Listo!
- Puede ser…
- Bueno, pero vos me vas a tener que invitar porque viste que yo estoy lejos, soy de Chaco
- Ah, no! Yo no busco involucrarme con chicas que vivan lejos, después sufro. Te lo dejo en claro ahora – me advertía pero no me soltaba
- Si, tenés razón. Hay que dajar las cosas claras. Mejor cortar por lo sano.
Soltó un “Ok”. Esperaba otra respuesta, pero no sentí dolor. Después de eso recuerdo ir caminando con una amiga a algún lugar colorido lleno de juegos.
No me gusta Gonzalo, pero en mi agonía soñé con él.
